*Antonio Ecarri
El Gobierno adelanta un supuesto
“debate constituyente” para discutir el proyecto de país que se construirá a
partir de 2013. Suena hasta bonito, aunque sabemos que tales discusiones se dan
sólo para burócratas y miembros del partido oficialista. No en balde estamos
frente a un Gobierno que ya tiene aprobadas las leyes del Estado comunal con el
que pretenden, más pronto que tarde, desmontar la descentralización y las
formas democráticas de participación por instancias donde sólo pueden
participar quienes ellos designen, tratando de anular las protestas de un
pueblo cada vez más cansado por la ineficiencia y la ineptitud.
Son los sectores populares los
que siguen padeciendo de olvido, de la falta de servicios públicos, del caos
estructural, del abandono de quienes los buscaron para llevarlos a votar rojo
el 7 de octubre y luego los echaron a su suerte de nuevo en los sectores
populares. A ellos la falsa discusión ideológica no les soluciona problemas, no
les pone agua limpia, no les saca la violencia y las balas de sus escaleras y
veredas, no les pone luz ni medicinas. No hay eficiencia en las medidas en
cuanto al tema de la basura, vialidad, alimentación. Los barrios, nuestros
sectores populares, están desatendidos, especialmente en Caracas, en la
capital, en el territorio donde hacen vida los jerarcas que se aprovechan de la
necesidad del pueblo para sostener sus coronas de oropel.
Este manto de
"participación" sólo busca cerrar la boca de la protesta popular
frente al caos en los servicios públicos y a la violencia mortífera. Pretenden
endosarle a los consejos comunales lo que ellos no han podido resolver,
transfieren las culpas, pero jamás transfieren los recursos y el apoyo técnico
requerido para cumplir con sus funciones.
Esa “constituyente” busca
impulsar el reino de la ineficiencia. El Gobierno no ha podido ocuparse de los
consejos comunales. A estas alturas, a muchos no los han registrado ni
legalizados, poniendo cortapisas tanto por politiquería como por rencillas
internas. El Poder popular, las instancias de participación ciudadana también
están atrapadas en la ineficiencia, básicamente porque en definitiva el
gobierno les secuestró su independencia. Se las arrancaron a los municipios
para depender de una colapsada instancia ministerial.
Las discusiones que hacen falta
son sobre qué proyecto de aguas, de electrificación, de saneamiento, de salud
pública hay que aplicar. Cosas concretas. Cosas reales. Soluciones viables y de
aplicación acelerada. La gente, las comunidades, los sectores populares más
desprotegidos no pueden simplemente sentarse a esperar que la discusión
ideológica y teórica, que lleva 14 años y no solo un mes, culmine para luego
comenzar a hablar de cosas concretas. El hambre no espera. La muerte tampoco.
Participación sin recursos es
gamelote barato. Los voceros comunales de todo el país reclaman, protestan,
cierran vías, desesperados por el colapso y la ineptitud. Un pueblo que no
come, que no se educa, que no tiene luz ni agua y que cae asesinado por
malandros no puede tener poder. ¿De qué empoderamiento hablan? Son gobierno,
tienen que ocuparse, asuman su responsabilidad. Primero demos vida, salud y
educación a la gente.
El poder popular tiene tufo a
frustración, es otro engaño más. El empoderamiento popular no lo trae ni las
nuevas leyes, ni las discusiones estériles, ni las promesas vacías de quienes
ganaron unas elecciones y así cumplieron su objetivo olvidando al pueblo, a sus
peticiones y a su esperanza. Ganan elecciones y se olvidan del pueblo y su
esperanza. Llegará el momento en que el pueblo no se la cale más y termine por
hacer explotar el entramado de engaños. Voceros de consejos comunales, ¡Unios!
para derrotar a las tres plagas: el caos, la ineficiencia y la irresponsabilidad.
El burocratismo no sabe como
deletrear ni a Karl ni a Marx. No es comunismo. Es caos.
@aecarri