lunes, 29 de octubre de 2012

Caracas a Lápiz #77: Educación bajo asalto


En medio de la profunda crisis que padece nuestro sistema educativo, aparece la Resolución 058 sacada de debajo de la manga en el Ministerio de Educación, de quienes están leyendo los resultados de elecciones no como una exigencia de mayor responsabilidad y mejor gobierno, sino como cheque un blanco para meter acelerones a proyectos equivocados. El asunto toca algo sagrado: la escuela.

Los irresponsables pretenden convertir la enseñanza de los nuestros niños en caldo de cultivo de politiquería y propaganda. El texto lo que dice, básicamente, es que personas extrañas al hecho educativo tendrán voz y voto en lo que se hace dentro de las escuelas, lo que se enseña a los niños, lo que debe guiarse y cómo debe manejarse la institución. Es decir, le disminuyen a padres y representantes el derecho de ocuparse de sus hijos y al director de manejar el plantel, sustituyendo la junta de padres, al papel del maestro y a la supervisión técnica del ministerio por unos Consejos Educativos donde nada está claro. Muchas manos ponen el caldo no morado sino rojo dentro de las escuelas, en momentos en que padecemos de un deterioro evidente en la calidad de la enseñanza. 

Está claro que meter a consejos comunales y gente que no tiene nada que ver con la escuela,  ni tiene la preparación para ocuparse de ello es abrir las puertas a la anarquía y, más preocupante, el adoctrinamiento. Por ejemplo, pretenden promover la discusión del contenido de los medios de comunicación dentro de las aulas de clase, pero por qué no hablan de matemática o de otras tantas cosas que los alumnos tienen que aprender. Quieren construir el tan mentado “hombre nuevo” trastocando las bases educativas de una sociedad moderna que en vez de mejorarlas y profundizarlas, buscan es controlarlas.

No se trata, claro, de desmeritar el papel de los consejos comunales dentro de los sectores populares, pero sin duda ellos no tienen nada que ver con la forma en cómo los maestros evalúan a sus estudiantes. Tampoco en otros tantos detalles del funcionamiento de los centros educativos.

A la ministra de Educación Maryann Hanson yo le cambio su resolución por dos propuestas: Una enfocada en fortalecer la participación de los padres, representantes, directores, maestros y estudiantes en el contenido educativo y la segunda dirigida a la contraloría social que los consejos comunales podrían hacer sobre las reparaciones que necesitan las escuelas (y las cuales acumulan ingentes deudas de parte del gobierno nacional) aunado al trabajo social que los muchachos pueden hacer en las zonas aledañas.

Nuestra propuesta abre espacios al poder popular para construir mejores escuelas, y mejores comunidades. Pero no metiendo la politiquería. Los Consejos Educativos representan una anarquía que no contribuirá al mejoramiento y a la calidad de la enseñanza y no lo vamos a permitir, como también nos levantamos ante la pretensión inaceptable de colocar un comisario político en las instituciones educativas.

Desde la Fundación Arturo Uslar Pietri no solo hemos hecho un profundo trabajo educativo, con el foco puesto en la formación útil, sino siempre en contacto con la comunidad. Es allí donde el alumno va a desarrollarse y a aplicar sus conocimientos. Pero la enseñanza es una cosa sagrada donde sólo deben meterse maestros y padres. La violencia, el bajo rendimiento escolar, las drogas, el embarazo precoz, niños armados.En ese escenario aparece esta resolución inconsulta e improvisada. Mi mayor preocupación no solo está en la educación privada sino en la deteriorada educación oficial, donde los peligros para los muchachos son aún mayores. 

Nosotros, padres y representantes, maestros y la comunidad organizada,  interesados en una educación liberadora de toda atadura, tanto la de la ignorancia como la de la politiquería, exigimos una inmediata derogatoria de esa Resolución 058. La escuela y comunidad deben estar unidas e integradas, pero cada quien en su rol y cumpliendo su papel.


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