Nuestros maestros están tan abandonados como las escuelas y los propios alumnos |
Falta apenas una semana para que comience un
nuevo año escolar. Lamentablemente a pocos días de ese regreso a clases, tan
solo 5 días hábiles, son muchos los pendientes del sistema educativo venezolano
y del ministerio de Educación para poder atender a toda la población escolar
como debe ser.
La semana pasada te contábamos sobre las
fallas de infraestructura, y tomamos como ejemplo una escuela en La Pastora que, literalmente,
se está cayendo. Pero además de las fallas estructurales, en techos, pisos,
paredes, baños y pupitres, otro factor es fundamental para el buen desempeño y
el buen desarrollo de nuestros chamos: los maestros.
El año pasado cerró con los maestros de Fe y
Alegría exigiendo su pago. Unos profesionales de los que no se puede dudar no
solo su compromiso sino su calidad e integración con nuestros sectores
populares. Este año no ha sido menos conflictivo. Nuestros maestros están mal
pagados, sin más. No tienen buenas condiciones salariales, ni incentivos
laborales, mucho menos reciben la capacitación idónea ni la ampliación y
actualización de conocimientos.
Los docentes que dependen del ministerio de
educación tienen que soportar que el Ejecutivo viole 62% del contrato
colectivo, debido a que no pagan el bono a los maestros de las escuelas
bolivarianas y han cesado los servicios de HCM. A ninguno de ellos los atienden
en las clínicas porque los convenios están vencidos, y tampoco gozan de
servicio de Odontología y ambulancias. No pocos han denunciado que el sistema
de salud de autogestión fracasó y es
foco de corrupción.
Los maestros que dependen de algunas alcaldías
y gobernaciones no están mejor. Afortunadamente hay zonas del país, gobiernos
democráticos regionales y locales, que sí se esfuerzan por recompensar el
esfuerzo, la dedicación, el compromiso yh el trabajo de nuestros docentes.
Nuestros maestros están tan abandonados como
las escuelas y los propios alumnos. Eso es un crimen terrible de unos
irresponsables que gobiernan y que no creen en hacerlo bien. Los maestros son
quienes tienen sobre sus hombros la formación de las nuevas generaciones, pero
además son los responsables de su cuidado, en un país donde ni siquiera las
aulas se salvan de la delincuencia, del hampa y de la violencia. riesgo de sonar cliché, los maestros son unos
héroes civiles.
Por eso merecen respeto, comprensión, apoyo
incondicional y mejores condiciones, especialmente ahora que el Estado les ha endilgado una nueva tarea:
atender y educar a niños con necesidades especiales. Lamentablemente, quienes
tomaron esa decisión no tomaron en cuenta que ya muchos maestros encabezan
clases con una cantidad de niños mayor a la recomendada, como para que incluyan
más chamos en pupitres. Además, sin la preparación necesaria para saber
educarlos bien, ni el tiempo suficiente para dedicarles la atención que merecen
a ellos, y a todos los demás. Por tanto, alzamos nuestra voz. El Ministerio de
Educación debe anunciar ya medidas para mejorar las condiciones profesionales
de los maestros.
Por eso seguimos trabajando para lograr la Ciudad Educadora que tanto
aspiramos para Caracas, enmarcado en lo que estamos seguro será el futuro del
país: una Venezuela educadora y de progreso. Estamos convencidos que educación
es solución, pero para ello hace falta que los ejecutores, los maestros, estén
recompensados como debe ser. El compromiso es ese, y el llamado es claro.
Acompañamos a los maestros, a nuestros docentes, no solo en su trabajo con
nuestros chamos, sino en el reclamo por sus derechos. Los irresponsables que
gobiernan que pongan atención y cumplan. Los compromisos se respetan. Por eso
el progreso viene con la educación y con el compromiso de cumplir los contratos
colectivos y de firmar los que estén pendientes. Hace falta un salto adelante,
un brinco completo y la integración con los maestros para lograr los objetivos
de la ciudad educadora, con respeto a los maestros, convirtiéndolos en el eje
del esquema educador que queremos para Caracas y para el país.
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