La infraestructura vial es responsabilidad del gobierno nacional |
Por más que el
vicepresidente quiera escurrir el bulto, la realidad es que la precariedad de
la infraestructura vial del país es responsabilidad de Gobierno nacional y, aún
peor, de quienes controlan los niveles de poder bajo el manto de la
“revolución”. Por mala administración de recursos, por corrupción y por
desatender el mantenimiento adecuado el viejo punte de Cúpira se vino abajo. La
excusa fue el esceso de peso, pero por donde lo vean les cae: la vigilancia
sobre el peso de los transportes de carga es del INTTT, que depende del
Ministerio de Interior y Justicia (y no del Ministerio de Transporte, un
completo absurdo), todo en manos de la misma cuerda de irresponsables.
Esa dejadez por el
bienestar público, por la calidad de vida de los venezolanos, ahora ocasiona
que el oriente y el centro del país queden incomunicados. Y lo que es peor,
demuestra una de las grandes falencias de las últimas décadas, con particular
acento en este Gobierno que ha manejado ingentes recursos económicos: nuestro
sistema vial es más que precario. ¿Cómo es posible que la mitad del país quede
incomunicada porque se caiga un puente que tiene no menos de 60 años? ¿Dónde
están las nuevas vías, las autopistas, las conexiones modernas dignas de un
país petrolero que quiere ser potencia? En pleno siglo 21 todavía tenemos una
sola vía a oriente, a todas luces precaria e insuficiente.
Muchos se llenan la boca
hablando de la invasión del imperialismo, sin duda si ello ocurriera por
oriente los irresponsables pudieran dormir tranquilos porque no llegarían a la
capital. Suena a burla, pero no lo es. La verdadera burla es la que le hacen a
la gente con cada excusa, con cada paño caliente, con cada trocha y con cada
puente de guerra.
En Caracas la situación
no es menos alarmante. Lo hemos denunciado innumerables veces, pero quienes
controlan las instituciones son ciegos y sordos, desconectados de la realidad y
despreciadores de las necesidades de la calle. Hace meses presentamos un
informe sobre la vulnerabilidad de la capital en el que quedaba claro que Caracas
está en riesgo de hundirse en un gran hueco porque toda la base estructural del
territorio caraqueño está socavada por los afluentes acuíferos que atraviesan
la ciudad de punta a punta, en su interior.
Esta ciudad se asienta sobre
los ríos Caruata, Catuche, Anauco y Macarao, por lo que sus bases se encuentran
seriamente socavadas debido al flujo constante de agua. Es más, debajo de
Caracas existen más de 24 quebradas embauladas que no vemos, que mantienen un
flujo constante de agua, pero que al caer unas fuertes lluvias pueden llevarse gran parte de la ciudad
debido a su falta de mantenimiento y dragado. La situación es realmente grave,
esto es un asunto de seguridad de Estado; es un problema de la Nación y no se
lo están tomando con la seriedad debida. Todo esto sin contar el mal estado de
las mismas, la suciedad y la falta de vigilancia y mantenimiento que ocasiona
que algunas sean grande stapones de desechos, como ocurrió en Artigas donde la
consecuencia fue que la calle Venezuela literalmente se partiera en dos y
descubriera una fosa gigante.
También hace pocos días
vimos cómo en la avenida Boyacá, la Cota Mil, se abrió un hueco en la entrada
de Maripérez rompiendo la capa asfáltica que el propio MTC pudo ahí para
corregir un desnivel. Tardaron en ocuparse de esas denuncias que hizo la gente
y cuando por fin se ocuparon lo hicieron mal, sin estudiar el problema. Puros
paños calientes, y Caracas es la que paga el caos.
El Gobierno no tiene las
ganas de cuidar las bases de la ciudad, las vías, los puentes. Piensan que como
eso no se ve, como a eso no le pueden guindar propaganda, no tiene beneficios
electorales. Les da igual el beneficio comunitario. Pero ni lavan ni prestan la
batea, después de todo le quitaron las competencias a las regiones. El
centralismo está acabando hasta con los puentes y las carreteras del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario