Nuestra lucha
siempre ha sido por lograr la completa transformación de la ciudad, y del país,
a través de la educación. Hemos hecho incapié cada día en que Educación es
Solución, como una visión integral donde la formación es el eje fundamental y
transversal de las políticas públicas que se implanten
para desmontar la violencia que azota a todas nuestras familias a diario.
También siempre
hemos reconocido la labor de la educación católica, especialmente la que se
imparte en los colegios de Fe y Alegría que, gracias a la iniciativa del Padre
Vélaz, 56 años después sigue brindando grandes oportunidades a los niños de
nuestros sectores populares. En esos centros, la mística y la dedicación de los
educadores se convierte en la luz guía de las nuevas generaciones, para las que
tenemos el compromiso de construir un país que avance, una ciudad educadora que
se describa como un gran aula de formación integral permanente, y no una gran
morgue.
Por eso alzamos
nuestra voz, junto a los más de 400 docentes adscritos a Asociación Venezuela
de Educación Católica (AVEC), quienes la semana pasada se concentraron frente a
la sede principal del Ministerio de Educación en Caracas, con la finalidad de
exigir a la Ministra Maryann Hanson que cumpla el convenio. A estos dedicados
maestros les deben la cancelación del aumento aprobado en mayo de 2011 de 40% y
el ajuste vigente desde enero pasado que sumaría otro 8%. La ministra debe
entender que aún cuando ella no cumpla su deber, y la palabra empeñada por el
gobierno nacional, los maestros no han abandonado su rol de formadores sociales
y comunitarios, calle adentro, comunidad adentro, verdaderamente barrio
adentro. Eso merece respeto. Eso merece justicia. Eso merece la retribución
prometida.
El convenio
entre la AVEC y el Ministerio de Educación establece que los maestros serán
beneficiados con los incrementos que logren sus pares de las escuelas
oficiales. Sin embargo, la señora Hanson no ha enviado los recursos a la AVEC
para cancelar dicha deuda, por lo cual tienen más de 10 meses en mora con los
educadores y con el país. La AVEC cuenta con más de 800 escuelas que llegan a
sectores populares, indígenas y zonas donde no llega otro tipo de educación.
Allí donde el Estado casi no existe, estos docentes dan la vida por formar a
los niños y darles un futuro.
Lamentablemente
es historia repetida. No es la primera vez que los docentes no les queda otra
que tomar la calle para reclamar lo que les corresponde por derecho y por
justicia. En diciembre pasado, el aguinaldo les llegó un día después de la
navidad y eso gracias a que manifestaron frente al Ministerio, a la Asamblea
Nacional y ante el propio Palacio Miraflores para exigir el pago de sus
beneficios; a pesar de que por ley, como dice el artículo 183 de la Ley
Orgánica del Trabajo (LOT), "Las empresas a que se refiere este artículo
estarán OBLIGADAS a pagar a sus trabajadores, dentro de los primeros quince
(15) días del mes de diciembre de cada año, una bonificación equivalente a por
lo menos quince (15) días de salario".
Lo fundamental,
y aquí nos referimos a los irresponsables que deben garantizar esos recursos,
es que el Ejecutivo conoce de antemano los montos que deben emitirse para los
pagos, incluidas las vacaciones y aguinaldos. No se justifican los retrasos.
Por eso decimos como los amigos de la AVEC: nuestras leyes son claras: el
Estado debe velar porque todos los venezolanos gocen del derecho a la
educación, consagrados en los artículos 102 y 103 de nuestra Carta Magna, pero
al retrasar los salarios de sus docentes, se "pone en juego" el
derecho constitucional a la educación de los niños y jóvenes de varias regiones
y zonas populares del país, donde sólo llegan las escuelas de AVEC.
El convenio ha
funcionado correctamente durante 21 años para garantizar este derecho, hasta
ahora. ¿Qué busca el gobierno? Es la demostración más evidente de cómo desde el
poder se desestima la importancia de la educación. Esa es la única verdadera
solución permanente a la violencia, no cumplir con ella es demostrar que no se
quiere desmontar a la inseguridad ni a la muerte.
Y le decimos al
Presidente que vea bien a quiénes está descalificando y a quiénes está
perjudicando. Los docentes de AVEC no cuentan con seguro de hospitalización,
cirugía y maternidad (HCM); ni con jubilación o caja de ahorros, IPASME, y
otros beneficios con que sí cuentan los docentes de las escuelas oficiales. No
son, como dijo el irresponsable de Miraflores, representante de la educación
"privada". En los sectores donde están esas escuelas, los padres no
cuentan con los recursos para pagar la educación de sus hijos, razón por la
cual se creó el convenio AVEC-MPPE: La AVEC aporta sus escuelas, personal docente,
administrativo y obrero y el MPEE el pago del personal. Pero los docentes deben
ser remunerados adecuadamente, sus pagos deben llegar a tiempo, y deben gozar
de todos los beneficios que la ley establece para todos los empleados del
Estado venezolano.
Los docentes no
tienen por qué salir a mendigar lo que por derecho les corresponde, ni
agradecer cuando se les paga como si fuese un favor. Desde aquí nuestra
solidaridad, nuestra fuerza, en una lucha que es compartida porque Educación es
Solución.
Saliendo del embalse La Mariposa, en silencio |
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