Aún tenemos en la memoria la masacre
en el barrio Kennedy de unos estudiantes en Caracas que murieron abaleados por
funcionarios de varios cuerpos del Estado. Ahora ocurre en Falcón otra
tragedia: una madre y sus hijas son acribilladas por funcionarios de la Guardia
Nacional que supuestamente están desplegados en las calles es para proteger al
pueblo. No hay excusas.
El ministro salió diciendo que los
uniformados no formarían parte del Patria Segura. Lo dice para tratar que la
mancha de esa sangre no le llegue a todo el plan, pero ya está impregnado. En
este mismo espacio dijimos hace varias semanas que la militarización de las
calles tan solo era un paño caliente al problema de la violencia y la
inseguridad, uno peligroso debido a la poca formación de los militares en labores
de resguardo civil. Ahora nuestros temores se confirman.
Esta semana estuvimos conversando al
respecto del tema con Carmen Delgado, una vecina de Coche que siempre está
activa y pendiente de su comunidad. Nos contaba de su temor a que ocurriese un
caso como este, visto que ya ha ocurrido antes en el caso Kennedy y, más
recientemente, en el caso Berendique en Maracaibo, donde murió la hija del
cónsul chileno.
Carmen recordaba un sinfín de ocasiones
en las que distintas alcabalas en la zona habían terminado convertidas en
puntos de matraqueo y no de seguridad. No es balde el propio gobierno puso en
vigencia una orden para evitar las alcabalas, pero el plan Patria Segura no
solo ignora el mandato constitucional de que la seguridad ciudadana debe ser
responsabilidad civil y no militar, sino que ha implementado cuanta alcabala se
pueda ocurrir, algo que no solo es ineficiente (los malandros con irse por una
calle paralela tienen) sino que está fuera de la norma.
Vendrán más y más excusas. Pero la
realidad es que no habrá Patria segura mientras no haya educación segura.
Militarizar las calles no es la respuesta. No esperemos que haya más muertes de
inocentes en manos de los "protectores".
@aecarri
@alianzadellapiz
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