El Cementerio General del Sur no solamente es un eje social y urbano en al
sur oeste de Caracas, sino un punto de referencia histórico y humano. Por eso
es inaudito que su abandono sea tan pronunciado. No hace falta darse cuenta de
su estado de desidia nada más cuando profanan el panteón familiar de un
expresidente como el de Joaquín Crespo de donde se robaron restos y
vandalizaron la estructura que es Patrimonio Histórico Nacional. Cada fin de
semana, e incluso cada día que los caraqueños van al camposanto donde reposan
sus familiares deben enfrentarse a las condiciones de abandono del lugar.
Entrar al Cementerio del Sur no es agradable. Nunca lo será ir a visitar a
un fallecido, a recordar a alguien que ya no está con nosotros. Pero la
experiencia es peor si allí, el lugar del último descanso de las personas, lo
que hay es delincuencia, suciedad, maleza y demás. Encontrar la tumba de un
familiar profanada es el colmo, la gota que derrama el vaso que comienza a
llenarse cuando se ve el estado del mantenimiento del lugar, con la maleza
hecha selva y con las tumbas perdidas, las calles destruidas. Mientras tanto,
el alcalde responsable de su administración y cuidado, anda de campaña en
campaña.
Esta semana exigimos a la Fiscalía que se investigue penalmente la profanación
de nuestra historia, la desaparición de los cuerpos de Joaquín Crespo y su
esposa Jacinta Parejo de Crespo del Cementerio General del Sur en Caracas. A
alguien tiene que dolerle, porque en la pérdida de los valores está la muerte
de la patria. El Ministerio Público escuchó y asignó un fiscal que esperamos
determine responsabilidades tanto de acción como de omisión porque aquí
se están cometiendo delitos establecidos en los artículos 170,171 y 172 del
Código Penal venezolano. El panteón de Joaquín Crespo fue saqueado, un
patrimonio de los caraqueños y todos los venezolanos. Pero además, si no
se hace algo pronto para proteger el camposanto también están en riesgo de
saqueo y profanación los mausoleos de Isaías Medina Angarita, Rómulo Gallegos,
Juancho Gómez, el coronel Carlos Delgado Chalbaud, todos expresidentes y
grandes hombres de la historia venezolana, además de las tumbas de cualquiera
de nuestros familiares, abuelos, padres, madres, niños, jóvenes que han
fallecido y sus cuerpos descansan ahí.
Incluso quienes caen por la violencia son llevados allí, donde ni los
muertos pueden descansar porque en el Cementerio General del Sur no se respeta
ni a los vivos ni a los muertos. Bastante fuerte es que una madre vea caer
asesinado a su hijo por la violencia para luego tener que verla de nuevo cuando
vaya a visitar la tumba de su muchacho.
En Venezuela no es solo una persona la que debe estar cuidada en su última
morada, así como tampoco los caraqueños tienen que ver que al Cementerio
General del Sur le meten mano antes de semana santa y del día de los muertos.
De qué vale leer titulares que digan “Le hacen cariñote al Cementerio”, por
ejemplo, si eso es tan solo un día al año. Es hora de honrar la memoria de
nuestros muertos y también la dignidad de nuestros vivos.
@aecarri
@alianzadelápiz
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