EL 7 de octubre es nuestra oportunidad de escribir una nueva historia con una nueva mayoría |
Hace 14 años escuchamos, en diciembre de 1998,
que estábamos frente a “solo dos opciones: aquél que sea electo dejará una
huella imborrable porque marcará con su presencia, con su capacidad, con sus
intenciones, con su carácter, con su capacidad de unir o desunir a los
venezolanos todo lo que va a ocurrir en Venezuela en los próximos 15 años”. Ese
ciclo, planteado en esas palabras, se está cerrando.
Al actual gobierno se le agotó el modelo. Por eso
es que el candidato oficialista reconoce que su gestión no puede ni ha podido
con los problemas de la gente, del país, de la sociedad. Los últimos días se le
ha visto casi mendigando votos pidiendo ignorar las fallas, los problemas más
cercanos. El viernes lo escuchamos decir que está en juego la Patria y no las
calles con huecos, la falta de agua, los apagones eléctricos o el déficit de
vivienda. Se nota que la desconexión es absoluta, porque la Patria es el pueblo
y su circunstancia.
Otros países derruidos por pobreza extrema como
Haití, o por guerras como algunos de medio oriente, no pueden cobijarse nada
más con el concepto de Patria. Con hambre, sin empleo, expuestos a la
violencia, rodeados de muerte, no puede haber sentido de Patria.
Estamos frente a una oportunidad histórica para
corregir el rumbo. Si alguna razón histórica han tenido estos años, la de
marcar el final de un siglo y de un ciclo de modelo político, ya se ha
cumplido. Ahora tenemos en nuestras manos y en nuestro voto la herramienta
perfecta para abrir las puertas a un nuevo camino, de evolución, de encuentro,
de crecimiento y de progreso.
Este domingo 7 de octubre somos cada uno de los
caraqueños y de los venezolanos quienes decidiremos el país que queremos.
Debemos estar claros en que esa escogencia es sin presiones y sin cortapisas
porque el voto es secreto. No importa quién venga a decir por quién debemos
votar, no importa qué tantas amenazas, qué tantas mentiras, qué tantas
manipulaciones intenten poner en el camino. Cuando estemos frente al tarjetón
electoral y debamos presionar una opción estaremos solos con nuestra conciencia
y con nuestra responsabilidad con el país.
Sabemos que hay un camino. Sabemos que es posible
un país mejor. sabemos que es posible también abrir las puertas para un futuro,
cercano y no a largo plazo, donde podamos vivir en un país y en una Caracas
educadora, una ciudad para disfrutar y no para padecer, para formarnos y no
para morirnos, para progresar y no para lamentar. El orgullo de cada quien por
esta nación también debe impulsar nuestro voto, el orgullo por un país que va a
ser mejor.
El próximo domingo el compromiso es la Patria,
sí. Pero esa Patria cuyo mejor cariño, cuyo mejor regalo, es darle un gobierno
que la haga brillar, que la haga importante, que la haga ser el territorio de
lo posible donde cada venezolano, cada padre, cada madre y cada niño pueda
desarrollar una vida plena. Por eso sí son importantes las calles, los
servicios públicos, las viviendas, la seguridad personal, el empleo. Todo eso
importa porque eso, con la gente, es la Patria.
Así que, como lo vimos y vivimos ayer con una
avenida Bolívar llena como hace años no lo presenciamos, vamos llenos de
entusiasmo a votar el domingo por un país mejor. hagámoslo temprano, a primera
hora, cargados de emoción y de paciencia. Aprovechemos el encuentro electoral
para convertirlo en un encuentro social, el primer paso a generar ese
sentimiento de trabajo en equipo que requerirá el país de todos nosotros para
poner a caminar a Venezuela. Luego celebremos el triunfo preparados para que
venga lo más fuerte: el trabajo reconstructor.
EL 7 de octubre es nuestra oportunidad de
escribir una nueva historia con una nueva mayoría. Es nuestra oportunidad de
confirmar que la educación, el progreso, la seguridad y la unidad afectiva son
los pilares de un nuevo país. Vamos a votar todos, masivamente, que nadie se
quede en su casa. Tomemos las calles una vez más para hablar con votos y decir,
alto y claro, el nuevo destino que queremos para nuestro país. Cada uno de
nuestros votos serán las primeras piedras de la construcción de una Venezuela
mejor. Es posible hacerlo si todos nos comprometemos a lograrlo. Nos vemos en
los centros de votación.
Recuerda que ese voto será más fuerte y más
contundente si es en la tarjeta donde
estamos todos. Hay muchas opciones para votar, pero una sola que nos representa
a todos: la tarjeta de la Unidad. Busca la manito abajo y a la derecha.
Lo peor que puede hacer un verdadero demócrata es asistir a las FARSAS ELECTORERAS DEL AUTÓCRATA MILITAR CASTROCOMUNISTA, con las cuales engaña al ILUSO ELECTORERO que arriado por los seudo líderes, cree que vive en una democracia y lo que el cree que es el "VOTO" lo manipula el AUTÓCRATA, que además de contarlos, le dirá al pueblo quien obtubo mayoria, que por supuesto es él. ¿POR QUE USTEDES ENGAÑAN A LA GENTE?....LAS AUTOCRACIAS CON PODER, como la que ustedes han permitido por estar haciéndole el juego ELECTORERO, muy diferente a un PROCESO ELECTORAL, ya lleva 13 años, más 6 que le entregarán en bandeja de platino el 07-10-2012
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