Lamentablemente, siguen siendo
millones de jóvenes venezolanos que están fueras de las aulas, excluidos por un
sistema que los entrega a las bandas delictivas que los reclutan y los hacen
víctimas de la violencia. Son jóvenes que en lugar de formarse para el futuro,
están yendo directo al cementerio.
Hace pocos días se dieron a
conocer unas cifras emitidas por el Centro Comunitario de Aprendizaje en
Caracas (Cecodap) que reflejan que en la actualidad se originan 60 muertes al
mes de adolescentes, víctimas de la violencia. Si ya eso es grave y
escandaloso, la gota que rebasa el vaso es otro dato: se han producido 31 casos
de filicidios, es decir, crímenes cometidos de los progenitores hacia sus
hijos. Insólito. Esto es una demostración de la orfandad de programas sociales,
de cómo el Estado ya no llega hasta los rincones más pobres de la sociedad para
brindarles guía, formación, educación y mecanismos de entendimiento
intrafamiliar que son tan necesarios.
Debería interpelarse al Instituto
Autónomo del Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, a la
Defensoría del Pueblo y al ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami,
para ver qué han hecho frente a estos temas. Hasta ahora, la realidad indica
que no han hecho nada.
Por eso proponemos la creación de
una Comisión Nacional para la Paz y el Futuro, para que empiece a trabajar ya
en la crisis de valores que estamos enfrentando, porque se está embargando el
futuro con la violencia. Educación es solución, y la delincuencia se acaba
dando herramientas, estudio, conocimientos y oportunidades a los más jóvenes.
La violencia y la indiferencia hay que pararla a punta de votos, del voto
consciente e inteligente de nuestros sectores populares que ya no se la calan
más. Es hora.
LA FISCAL Y EL AGUA SUCIA
Pusimos la pelota del lado de la
Fiscal General. Hasta el Ministerio Público llevamos todos los documentos que
derrumban las flagrantes mentiras del irresponsable ministro de Ambiente
Alejandro Hitcher sobre la calidad del agua que recibimos los venezolanos.
Exigimos se realice una investigación que determine el estado del líquido y el
destino de los recursos que el Estado venezolano solicita ante organismos
internacionales, porque existe una clara incongruencia de pedir dinero para
recuperar las plantas de potabilización cuando el irresponsable del ministro le
dice a los venezolanos que pueden tomar agua directamente del chorro.
O el agua está contaminada y por
eso el país se endeuda para limpiarla, o está limpia y el gobierno se mete un
tremendo guiso. No hay otra explicación. Por eso queremos que se aclare frente
al país los detalles sobre el endeudamiento de Venezuela ante el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF) por
más de 600 millones de dólares para la rehabilitación y optimización de las
plantas potabilizadoras de agua.
Ante Fiscalía entregamos los
informes presentados por Hidroven ante estos organismos, donde se especifica
que 95% de las plantas potabilizadoras del país están obsoletas. Nosotros
insistimos en nuestra propuesta de instalar una Mesa Técnica de alto nivel que
evalúe la calidad del agua a pesar de que la Defensoría no nos haya respondido.
Es un tema de salud y debemos tomar
medidas, porque incluso en los alrededores de los embalses hay daños
ambientales, como en La Mariposa donde caen aguas residuales de edificios y
locales comerciales cercanos al lugar, según datos aportados por el informe de
la Contraloría General de la República del año 2010.
Por lo pronto, recomendamos a
todos hervir el agua que consumen para evitar riesgo de enfermedades e infecciones.
A las madres y padres, enseñen a sus hijos la importancia de cuidar el consumo
de agua limpia y hervida. Educación es solución.
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