lunes, 16 de abril de 2012

Caracas a Lápiz # 50: Acciones concretas para el futuro


Esta semana hemos estado conversando sobre la Alianza del Lápiz, que es una iniciativa creada por un esfuerzo social para promover la educación a todos los ciudadanos, con apoyo de todos los sectores políticos y profesionales que deseen aplicar sus conocimientos para proyectos sociales que enseñen a las comunidades. Es una herramienta más para llevar a la práctica eso con lo que insistimos siempre: la violencia y la pobreza se desmontan con educación.

No puede quedar duda de que la violencia termina siendo la muestra fehaciente de la vulnerabilidad social que genera la falta de educación y las insuficientes herramientas para la formación de ciudadanos. Por eso con la Alianza del Lápiz se ha logrado brindar conocimientos a sectores desfavorecidos, para que con la iniciativa de la lectura y diferentes actividades didácticas aprendan.

¿Cómo desmontamos la violencia? Con educación, prevención y cultura. Es decir, la educación como tema de prevención en la seguridad, y esto es una meta por lo que debemos trabajar todos. Por eso se consolida la Alianza del Lápiz, con la participación de todos los sectores, sin distinción, para poder disminuir esa violencia que no entiende de colores políticos y que se afinca muchísimo más en nuestros sectores populares, donde la vida está condicionada por la exposición a la inseguridad, a la violencia, y a la muerte.
Por eso es allí donde debemos poner el principal acento. Aquellas zonas donde viven nuestros vecinos con menor poder adquisitivo, el esfuerzo debe ser doble y hasta triple. Desde esas zonas populares es que deben lograrse los principales y mayores resultados, convirtiéndolos ya no en una vitrina de la sociedad golpeada por la violencia, sino como la muestra de cómo es posible lograr la transformación por la que tanto estamos trabajando: la de la ciudad violenta por la ciudad educadora.

En ese sentido, esta semana entregamos el Premio Municipal de Literatura, en su mención cuento infantil, “Arturo Úslar Pietri” a muchachos que con su pluma lograron destacarse. Miramos y trabajamos por el futuro y por eso premiaos el trabajo de niños venezolanos con grandes cualidades creativas y literarias. Preocuparnos por ellos y su formación significa la verdadera apuesta por el desarrollo de Venezuela y el desmontaje de la violencia.

Este es un esfuerzo para llevar a la práctica nuestra política educativa. Incentivar en los jóvenes la escritura, significa mejorar sus capacidades educativas pero de igual forma mejorar la calidad educativa que reciben. La única manera de desmontar la violencia que hoy vive nuestro país, son estos espacios de educación, encuentro social y formación.

El ganador fue el niño Santiago Calderón, estudiante de quinto grado del Colegio Santiago León de Caracas y autor de la obra “La magia que cambió la vida de Charles”. Se otorgó una mención honorífica al niño Oliver Samuel Acevedo, estudiante de segundo grado de la U. E. Colegio San Francisco de Asís por su obra “Chocolates José Ignacio Rey”.

A la convocatoria del concurso acudieron más de 200 niños escritores con edades comprendidas entre 8 y 12 años, estudiantes de distintas instituciones educativas y sectores populares del municipio. Estas experiencias nos han demostrado que premiar la creatividad y la escritura motiva a nuestros chamos a seguir adelante, a prepararse para ser grandes profesionales que contribuyan con el desarrollo nacional. Por eso anunciamos desde ya que la convocatoria a la tercera edición del premio se realizará a todos nuestros niños estudiantes de educación pública. Estos espacios son los que verdaderamente construyen democracia porque existe un verdadero encuentro social entre los niños y jóvenes venezolanos. 
 

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