*Antonio Ecarri
La
irresponsabilidad del actual Alcalde de Caracas sigue pasando factura a los
caraqueños. Pasa el tiempo y el funcionario, electo para trabajar por la
ciudad, sigue ocupándose de política, campañas, debates, discursos y jaladera.
Mientras tanto, en las calles se acumula la basura y la delincuencia sigue
atacando.
A la entrada de
Caracas, el botadero de Las Mayas se ha convertido en la estampa que la ciudad
presenta a quienes llegan desde el centro y el occidente del país. Montañas de
basura se siguen acumulando, ocasionando no pocas enfermedades en quienes viven
en las zonas cercanas. Ni hablar de los problemas que se producirán cuando se
comiencen a ocupar los edificios de la Misión Vivienda, que desordenadamente se
han ido levantando justo al lado de tal basurero.
Pero al alcalde eso
no le importa. Lo que quiere es mantener su cargo. A él no le importa que
Marlene, una vecina del lugar, tenga enfermedades en la piel. Ella, como otros,
ha visto cómo su piel comenzó a presentar manchas. Cuando por fin pudo ser
vista por un médico le aconsejaron mudarse. Es decir, por la irresponsabilidad
de unos funcionarios, ella debe ahora buscar para dónde irse con sus dos chamos
y su mamá.
Otros niños, como
Ezequiel, viven con infecciones respiratorias simplemente porque respiran sólo
fetidez y aromas de la basura. Ni hablar de quienes han sido alcanzados por el
dengue u otras enfermedades transmitidas por insectos, que pululan en el lugar.
Todo ello gracias a Jorge Rodríguez.
Por eso hace falta
entromparle al problema de Las Mayas. No es imposible hacerlo. En Medellín,
Colombia, también ocurría algo similar y pudieron. Nosotros tenemos programas
diseñados para cambiarle el rostro a esa entrada de Caracas. Queremos construir
allí un gran parque, con plaza y zonas de recreación, llenas de aire limpio, y
que también sirva para quienes habiten en el montón de edificios de Fuerte
Tiuna que los metieron allí sin diseñar ni un espacio público. Vamos a enmendar
eso. El problema lo causaron los irresponsables, nosotros nos comprometemos a
aplicar soluciones.
En París hay cuatro
estaciones de transferencia de basura dentro de la ciudad, y nadie sabe dónde
quedan. No huelen, no se ven. En Las Mayas es posible hacerlo también,
modificar ese botadero por una planta moderna, que garantice un manejo óptimo
de los desechos y permita revitalizar el lugar. Vamos a hacerlo.
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