Esta semana Caracas cumple 446 años.
Por la capital sigue pasando el tiempo y la seguimos disfrutando,
complementando, haciéndola cada uno de quienes la habitamos y vivimos. Pero
también se acumulan las deudas, cosa que también notamos quienes la padecemos.
Caracas es una gran ciudad. Una
metrópoli. Pero ello no es razón para justificar sus fallas. Hace algún tiempo
en la Plaza Bolívar escuché a una persona asegurar que al ser la capital una
ciudad tan grande era imposible que no tuviera problemas, que la inseguridad
era "como en otras partes", al igual que las deficiencias en
servicios públicos porque "no da para más".
Pero la realidad es que Caracas es
una metrópoli en construcción todavía. Su tamaño y su cantidad de gente no
pueden ser los únicos indicadores de tal condición. Al contrario, su capacidad
de atender con buenos servicios públicos a la población, su flexibilidad
necesaria para adaptarse al crecimiento sin colapsarse, y por supuesto la
posibilidad de ser un lugar donde no reine la violencia son más importantes que
cualquier estadística numérica de población y de extensión geográfica.
Por eso el reto que tenemos en
Caracas es grande: sacarla del atolladero histórico en el que la han metido
quienes no han sabido conducirla, y repensarla para llevarla a nuevos
escenarios. Quienes tenemos ideas de gobierno para cambiar la ciudad debemos
comenzar a aplicar esos cambios y buscar el respaldo popular para aplicarlos
desde la Alcaldía. Por eso nosotros tenemos nuestra propuesta de la Caracas
Educadora que ya hemos comenzado a poner en práctica en las Casas del Lápiz de
El Guarataro y Los Eucaliptos. Pero también la gente de a pie, el caraqueño,
debe repensar su propia relación urbana. Cuidemos cómo disponemos de la basura,
cómo nos comportamos en el tráfico, cómo cuidamos nuestro entorno. Y aquello
que esté fuera de nuestras manos o de nuestro alcance, pues hay que reclamarlo
para que las autoridades se ocupen.
Tatiana Luces, una vecina de Santa
Teresa, trata de caminar todos los días por la Plaza Bolívar, por el centro,
para ir de su casa al Metro. Hay partes que le cuestan, por su edad, por las
condiciones de la infraestructura. A ella siempre le decimos que el cambio
viene, que tendremos una capital limpia, en buenas condiciones y con servicios
públicos de calidad. Estamos repensando a Caracas y queremos transformarla con
la educación como eje central. Ya Tatiana no tendrá que decir "aquí se
perdieron los valores". Los estamos recuperando.
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