miércoles, 27 de febrero de 2013

Fundación Arturo Úslar Pietri reedita ensayo “O ranchos o desarrollo”


 Hoy 26 de febrero se cumplen 12 años de la desaparición física de Arturo Úslar Pietri, y la fundación que lleva su nombre reedita la versión en digital del ensayo publicado en el diario El Nacional el 7 de enero de 1974 “O ranchos o desarrollo”, en homenaje al legado intelectual de este excepcional venezolano y tesis fundamental 


Las palabras de Úslar Pietri hace 39 años presentan, hoy más que nunca, validez y vigencia. Las advertencias realizadas en “O ranchos o desarrollo” no fueron escuchadas y las consecuencias de esa terrible omisión las padecemos hoy, en pleno siglo XXI. 

Para 1974, Úslar ya señalaba que si no nos ocupábamos del gran problema que suponía atender integralmente el éxodo del campesino de las zonas rurales hacia los grandes centros urbanos, llegaríamos a enfrentarnos a una profunda crisis social que ocasionaría una pérdida de valores y por consiguiente, la instalación de la violencia.

Ese campesino que llega a la ciudad y se enfrenta a condiciones de riesgo y a las más terribles necesidades de alimentación, vivienda, salud, educación y empleo, generó cambios de patrones y conductas propias, formando una subcultura distorsionada que se agrupaba en los alrededores del centro urbano y que quedaron totalmente marginados de servicios públicos y políticas sociales. 

Cuando 80% de los delitos cometidos en el país ocurren en sectores populares, cuando en 90% de los delitos cometidos en el país está involucrado al menos un adolescente y la cifra de muertes violentas en Caracas asciende a 3.164 fallecidos anualmente, nos damos cuenta que estamos viviendo las consecuencias directas de no atender esas necesidades que relataba Úslar Pietri, ni de generar políticas que lograran la transformación de dicha realidad social. Cuando al venezolano se le niegan las oportunidades, se lo estamos entregando a la violencia. 

Su preocupación no sólo sigue vigente, sino se agrava.  Venezuela se sigue debatiendo entre “el rancho y el desarrollo”, porque aunque se han realizado intentos por dar respuesta a grandes exigencias sociales frente a la pobreza, la construcción de viviendas, la dotación de centros de salud y el mejoramiento del sistema educativo, las medidas aplicadas han sido insuficientes frente a las graves falles estructurales del Estado venezolano. 

Mientras haya venezolanos que aún viven en ranchos de madera, zinc y cartón, que no van a la escuela y no tienen la manera de sustentar económicamente a su familia, Venezuela seguirá anclada en el subdesarrollo. 
Estamos obligados a reflexionar y conocer al venezolano de hoy. Úslar Pietri realizó un diagnóstico de su tiempo. Nosotros debemos hacer lo mismo si queremos ofrecer verdaderas políticas sociales transformadoras que terminen con la crisis que estamos viviendo. 

El venezolano de hoy ya no se llama Juan Bimba, pero quizá su nieto o bisnieto se llama Wilker, vive en una de las zonas más deprimidas de Carapita, tiene 16 años, no asiste al liceo y tiene un arma de fuego. Nuestro reto: transformar para siempre esa realidad.  Ese es el mejor homenaje que le podemos hacerle a Arturo Úslar Pietri.

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