Para nadie es un secreto que el ámbito educativo es uno de
los factores indispensables en la fórmula que lleva al desarrollo de una
nación. Venezuela no es la excepción a esta realidad, sin embargo, existen
opiniones encontradas en cuanto al estatus actual del sector educativo
venezolano.
Mientras que para algunos las medidas tomadas por el actual
Gobierno a través de las misiones representan un gran avance en el mundo de la
enseñanza y la formación académica, para otros son simplemente una treta
política que lo único que busca es sumar simpatizantes a la administración de
turno, sin importar la formación integral de profesionales que se sumen de
manera afectiva al aparato productivo del país.
Para obtener una visión más clara del tema Enterategente.com
entrevistó a Antonio Ecarri, presidente de la Fundación Arturo Uslar Pietri,
profesor universitario, abogado, concejal de Chacao, ex candidato a la Alcaldía de Libertador y
precursor de importantes proyectos educativos en Venezuela.
Esto fue lo que dijo:
EG: ¿Cómo ve usted el panorama educativo actual y futuro del
país?
AE: El panorama actual de nuestro sistema educativo es
desolador, este expulsa a sus jóvenes y a sus niños, los condena al hampa.
Nuestro modelo educativo se va convirtiendo de manera progresiva en ruinas, con
recursos humanos cada vez más mermados como consecuencia directa de las pésimas
condiciones laborales que implica pertenecer a este sector.
Todos estos factores hacen que la calidad de la enseñanza
esté en la ruina. Los tres grandes pilares educativos de nuestro país están en
condiciones deplorables, la infraestructura, los profesores y los programas de
instrucción que giran en base al alumnado.
Estamos teniendo un terrible retroceso con relación a otros
países de América Latina. Desde mi punto de vista el panorama es bastante
desolador, deprimente y pesimista si continua tal como va. Hoy por hoy este
colapsado sistema educativo es la causa de las desigualdades sociales y la
violencia.
En cuanto al futuro de la educación venezolana: De no
tomarse las medidas necesarias en este ámbito, vamos rumbo a un colapso.
Nosotros presentamos un par de proyectos: el plan Luis Beltrán Prieto Figueroa
y el Río Orinoco.
Debe comenzarse con urgencia por la construcción masiva de
escuelas en toda Venezuela, el país necesita más de 5.000 escuelas para
compensar el déficit de infraestructura educativa.
En segundo lugar, deben promoverse políticas eficientes de
desarrollo humano para los docentes, donde se incentive y rescate la
pertinencia de esta área profesional, teniendo especial consideración con los
educadores vinculados impartir clases relacionadas con la ciencia y la
tecnología.
EG: ¿Durante la última década se ha politizado el sector
educativo en el país?
AE: lo peor de la respuesta a esta pregunta es que en la
educación no se ha metido la política, sino la politiquería. Los sistemas
educativos siempre desarrollan políticas, pero
son públicas.
Las cosas comienzan a salirse de contexto cuando se usa la
enseñanza con fines electoreros y partidistas. Esto condena a nuestros niños y
jóvenes a que en lugar de ser científicos, ingenieros, escritores o médicos en
el futuro se vuelvan solo militantes partidistas. La sociedad entera estaría
condenada a ser parasita en lugar de fomentar el conocimiento, la producción y
el trabajo.
Mientras los recursos humanos del país no se formen y
eduquen adecuadamente no habrá una verdadera republica con un sistema político
decente.
EG: ¿Cómo ve Antonio Ecarri el tema de las misiones
implantadas por el Gobierno?
AE: El tema de las misiones tiene su lado positivo porque
hablar de educación siempre lo es. El problema comienza cuando se profundiza en
la observación de lo que están generando las misiones, estas han convertido al
sistema educativo en una fábrica títulos para la que la capacitación para el
trabajo productivo.
Un maestro no es maestro por el simple hecho de que se le
entregue un papel que así lo acredite, una persona se convierte en educadora
porqué pasa por un proceso en el que recibe las herramientas pedagógicas
necesarias para poder ejercer su carrera. Si no hay una calidad óptima de
formación las misiones pierden su sentido.
EG: ¿piensas que un futuro Gobierno de oposición debería
mantener las misiones?
AE: Llámense misiones, planes, programas o como se les
quiera decir, pienso que un Gobierno de la unidad nacional necesita políticas
educativas muy agresivas, que de verdad aborden a fondo el tema de la enseñanza
y las diferencias sociales en Venezuela.
El hecho de que se marquen barreras sociales es el punto de
partida para los índices de violencia que hoy tenemos. Hay que ocuparse
apropiadamente de estos temas antes de que la situación empeore.
EG: ¿Qué debería hacerse para mejorar el actual sistema
educativo venezolano a corto plazo?
AE: Lo primero es arrancar por la infraestructura escolar,
no podemos mejorar a los maestros si el sitio donde trabajan, ese “punto mágico
de encuentro” como decía Arturo Uslar Pietri, es un sitio en ruinas que se está
cayendo no habrá medida que cale de manera efectiva.
Otro punto que considero sumamente importante es el tema de
descentralizar la educación, incluso este seria para mí el primer punto de
agenda, la construcción de escuelas y su administración debe ser algo de
competencia municipal.
AE: ¿Cuál sería su mensaje para las autoridades que
actualmente rigen el sector educativo venezolano?
AE: ¡Que se pongan a trabajar! Sólo así podrán estar a la
altura de la historia y de los tiempos. Mientras en otros países los jóvenes se
están preparando para formar parte de una sociedad competitiva y de apertura,
donde los contendores son mercados internacionales muy agresivos, aquí sólo se
están formando militantes de un partido político y eso, desde mi perspectiva,
es una irresponsabilidad histórica.
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