Lo ocurrido en Catia es un ejemplo vivo de cómo la mandarria del poder le cae a todos |
En otros tiempos
veíamos al Gobierno y sus dirigentes decir que las expropiaciones no tocaban
sino a los ricos. Desde el Presidente para abajo se llenaban la boca con frases
al mejor estilo de Robin Hood, de quitarle a los más poderosos para entregar a los
más pobres.
Ese discurso
siempre ha sido para este Gobierno un castillo de naipes. Barajitas
intercambiables para ocultar la realidad. Lo venimos denunciando desde 2007
cuando se intentó la reforma constitucional que el pueblo supo parar a tiempo.
Allí quedaban claras las ganas del Ejecutivo por meterle mano a cuanta
actividad económica hubiese en el país en manos de privados. Nadie se salvaba,
como nadie se salva ahora.
Lo ocurrido en
Catia es un ejemplo vivo de cómo la mandarria del poder le cae a todos. No es
contra uno solo, o un grupo. Ahora tampoco nadie se salva. Esto no es más que
un asalto por parte del alcalde Jorge Rodríguez y el gobierno nacional. Han
abusado, como siempre de la buena fe de los comerciantes; pequeños y medianos
emprendedores que viven de esto y han trabajado por años para beneficiar a
personas de esas comunidades brindándoles empleos dignos.
Allí quedan
vecinos, comerciantes y trabajadores de toda una comunidad desguarnecidos, en
la calle, a la buena de Dios porque los mandones les quitaron no solo sus
lugares de trabajo y propiedades, sino sus sustentos diarios, con lo que dar de
comer a ellos y sus familias. Eso es un crimen.
Por si fuera
poco, la cosa fue a mandarriazo, no solo para tumbar paredes y techos de
inmediato de los galpones, sino para incumplir una palabra empeñada en febrero
cuando los vecinos de Catia se reunieron en febrero con Jorge Rodríguez,
también tuvieron un encuentro con Aristóbulo Istúriz y ellos se comprometieron
a hacer los estudios de suelo necesarios para evaluar si realmente existen las
condiciones necesarias para levantar ahí viviendas, sin poner en riesgo a los
ciudadanos. Cuál fue el verdadero resultado: los traicionaron, los asaltaron en
su buena fe y se metieron en los locales comerciales destruyendo años de
trabajo y esfuerzo. Lo peor de todo esto es que a estas alturas no han hecho
los estudios serios para construir viviendas y pretenden hacer casas que, sin
duda alguna, podrán en riesgo a las personas que las habiten; todo por tratar
de ganar votos porque estamos en año electoral, aprovechándose de las
necesidades y carencias de la gente que este gobierno no ha tenido la capacidad
de resolver.
Es que aun
cuando existieran las condiciones para levantar casas allí —que repetimos: no
las hay— la arbitrariedad con la que actuaron es lo que más indigna. Actuaron
entre gallos y medianoche y dejaron a decenas de familia en blanco. Pero allí
hemos estado y seguiremos con ellos, porque no están solos. Hemos estado dando
asistencia legal, incluso, porque junto a Catia mantenemos levantada la bandera
de la dignidad.
CASA POR CASA
Como parte de la
campaña para lograr el triunfo del 7 de octubre, estamos profundizando nuestro
trabajo casa por casa en los sectores populares de Caracas. Esta semana estuvimos
con vecinos y dirigentes de la parroquia San Juan, que ha demostrado su fuerza
y trabajo por la transformación de la capital y Venezuela. Con objetivos
comunes, en verdadera unidad, estaremos reunidos con todas las comunidades
caraqueñas, visitándolos casa a casa, llevando la propuesta de cambio y
progreso. Es un trabajo que no se detiene y más bien se acrecienta.
Además, ahora
debemos dar a conocer los lineamientos y el contenido del Plan de Seguridad
Para Todos que anunció el candidato presidencial de la Unidad, en el cual se
ratifica el mensaje de la educación como eje fundamental para la transformación
social. Educación es Solución, es el mismo mensaje que compartimos plenamente
con Henrique Capriles.
Para lograr su
aplicación y resultados debemos ganar el 7 de octubre. Por eso llamar al voto,
los testigos en las mesa, cuidar cada
voto emitido serán claves fundamentales para el triunfo. No pasará un día sin
que toquemos la puerta o visitemos un hogar caraqueño diciendo que sí Hay un
Camino. El próximo domingo 10 de junio estaremos acompañando a Capriles
Radonski para inscribirse ante el CNE. El 10 es la cosa, todos a acompañar y
apoyar a nuestro candidato presidencial.
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