Como si poco tuviéramos que sobrevivir los
caraqueños en esta ciudad violenta, entregada a la anarquía por la inacción de
los irresponsables que gobiernan, ahora tenemos evidencias de que, a raíz de
malos manejos de las fuentes hidrográficas, las aguas que surten a la ciudad de
Caracas están seriamente comprometidas. Los niveles de contaminación de los
embalses de la Mariposa y Camatagua no tienen precedentes, han superado los
niveles que pueden catalogarse como normales. El agua que nos está llegando acá
a Caracas, con la que usted se baña, cocina, lava sus alimentos e incluso el
agua que toma, no es más que la que ya usaron los aragüeños .
Por eso esta semana acudimos a la Defensoría del
Pueblo para solicitar la conformación de una Mesa Técnica de Alto Nivel que
realice un estudio profundo para conocer las condiciones del agua suministrada
a los caraqueños. Aquí está en juego el tema ambiental y la salud pública
ciudadana. Las aguas que reciben los caraqueños son aguas residuales. El agua
piche no está sólo en Maturín.
El problema viene porque la Laguna de Taiguaiguai
recibe las aguas servidas provenientes de distintos sectores del estado Aragua,
que actualmente tiene la mayoría de sus plantas de tratamiento fuera de
servicio. Este embalse desahoga en el Río Guárico, primer surtidor de la
represa Camatagua, que a su vez suministra al embalse La Mariposa, principal reservorio de agua de Caracas. Todo
esto con unos niveles muy bajos de tratamiento porque cuando agregamos agua no
potabilizada, las plantas de tratamiento no se dan abasto.
Ya sabemos que La Mariposa esta cubierta de bora,
eso es signo de contaminación y muy fuerte. Yo lo invito a oler con cuidado el
agua que llega al grifo de su casa. No basta con inyectarle cloro en grandes
dosis para tratar de tapar una composición química nociva. La verdad es que en La Mariposa podemos estar
recibiendo restos de heces fecales. Aquí se debe conformar una comisión
especial para conocer los niveles de contaminación de La Mariposa y que puedan
determinar los niveles químicos del agua que nos estamos tomando. Podemos estar
envenenándonos.
Por eso exigimos que el Gobierno abra la caja
negra del Ministerio del Ambiente, el que está encabezado por ese irresponsable
que dijo que el agua de Caracas es tan potable que puede beberse sin siquiera
pasarla por un filtro. Algo inconcebible en toda su magnitud. Esa Mesa Técnica
de Alto Nivel que proponemos debe estar integrada por expertos, ingenieros
ambientales e hidráulicos y especialistas de las universidades del país.
Queremos que la laguna de Taiguaiguai sea visitada
para comprobar nuestras denuncias, que también fueron explicadas por el
gobernador de Caracasbobo, Henrique Salas Feo. Allí es donde caen gran parte de
las aguas negras de Aragua y no hay mantenimiento porque la planta de
tratamiento no está en funcionamiento. Además, desde 2009 se encuentra en
funcionamiento el trasvase de la Laguna de Taguaiguai al Valle de Tucuturemo y
dirige las aguas sin tratamiento al embalse de Camatagua, surtidor de 80% del
agua que consumen los caraqueños.
Tenemos que revisar a fondo las plantas de
tratamiento que conforman nuestro sistema hidráulico. Pero el irresponsable
ministro asegura que el agua está tan limpia que no necesita ni filtro. Es
obvio que el único que tiene terror es el ministro de que le revisen su gestión
y que sea igual de negra al agua que sale por los grifos de los venezolanos.
Esto es un tema que debemos afrontar con mucha
responsabilidad y seriedad. Yo llamo al Gobierno que deje el terror y el miedo,
que el Ministerio del Ambiente deje ser una caja negra y que definitivamente se
abra una discusión sobre las condiciones en que se encuentran el agua en
lagunas y represas que surten la ciudad de Caracas, porque que las aguas estén
contaminadas no es un problema de partidos políticos, es un problema que nos
compete a todos.
Tenemos que recordar que instituciones
especializadas y universidades nacionales han presentado informes sobre la
potabilización del agua que deben ser incorporados en la investigación solicitada.
Eso hay que revisarlo porque los vecinos de nuestros sectores populares no
tienen capacidad de comprar agua potable, colocar un filtro en sus casas, por
lo que están en riesgo de contraer enfermedades por la condición del líquido.
Abran las puertas del ministerio para ofrecer soluciones oportunas.
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